Es fantástico cuando podemos apreciar la unión entre la ciencia y la tecnología para la producción de nuevos dispositivos ligados a la informática. De cara al futuro nos encontramos con que las principales innovaciones están en el ámbito de los componentes orgánicos, cuya principal característica es la flexibilidad.
Hace tiempo tuvimos la oportunidad de ver una nueva modalidad de pantalla que se destacaba por ser ciento por ciento flexible, pero ahora les ha llegado el momento a los procesadores. Un grupo de investigadores oriundos de Bélgica presentó el primer microprocesador que elimina la típica arquitectura rígida.
Este componente fue dado a conocer en la corriente edición de la Conferencia Internacional de Circuitos en Estado Sólido, y fue uno de los más aplaudidos. Se trata de una pieza de hardware creada en plástico e incluye moléculas de oxígeno, carbono e hidrógeno.
Según destacaron los creadores de este particular procesador, una de sus principales ventajas es que el costo de producción es mucho más barato que el de los componentes tradicionales. De todos modos, todavía falta bastante para que esta clase de hardware pueda implementarse comercialmente.
Este dispositivo cuenta con una potencia muy baja, y los ingenieros a cargo de su fabricación indicaron que sólo puede leer seis instrucciones por segundo. Esto es el equivalente a la potencia de un procesador de la década del 70.
Igualmente no deja de ser un avance muy importante de cara al futuro. Con el paso de los meses seguramente los creadores tendrán la capacidad de generar una potencia superior a través de estos semiconductores orgánicos.
Fuente: FayerWayer.
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